11 diciembre 2006

Caminar pa ir creciendo...

LA MARI DE CHAMBAO, Cantante de flamenco chill out

L A F I E S T A
“El grupo sabía lo que había. Primer y último concierto de la nueva gira de momento. Operación y quimioterapia. No sabíamos cuándo volveríamos a subir a un escenario. Acababa una etapa bastante confusa: tomaba las riendas de mi vida y ponía fin a una larga relación.
Acababa Lamari sumisa y asustada, la que no hablaba por no meter la pata. Mis hermanas me acompañaban bailando entre las sombras del escenario y mi madre llorando. Aquel día, todos y cada uno de los que estábamos allí, dentro y fuera del escenario, lo dimos todo. Nunca he visto un camerino tan animado, con más arte, era una fiesta”. Tras un año de lucha, la cantante del flamenco chill out, ha superado un cáncer y lo cuenta en un libro, ‘Enamorá de la vida aunque a veces duela’ (La Esfera de los Libros).


"Mi enfermedad ha sido un despertar"

Cumplo 32 años. Nací en Málaga y vivo ahí, en Murcia y en Valencia. Estoy recién casada. A la mujer le ha costado tanto conquistar el voto, que siempre voto. Ser buena gente, estar contenta y respetar es mi ideología. Me interesa el budismo y creo en la vida tras la muerte.Caminando 2001-2006 es mi último CD, un recopilatorio

IMA SANCHÍS. La Vanguardia

- ¿Lo más importante que le ha ocurrido?
- Perderme y encontrarme.
- ¿Se lo debe a su enfermedad?
- En parte sí. He recuperado la que fui, veo resurgir a Lamari de chiquitilla que hasta ahora había estado durmiendo.
- ¿Dónde la ha encontrado?
- Ha sido todo un proceso. Cuando empecé con Chambao estaba muy escondida detrás de Dani y de Edi, siempre callada. No me sentía a gusto con mi manera de ser, de expresarme y de sentir la vida.
- ¿No se gustaba a usted misma?
- No, y cuando tienes una enfermedad seria todo esto sale. No me alegro de haber sufrido un cáncer, pero sí de recoger lo mejor que he podido de esta enfermedad.
- ¿Y cómo es Lamari niña?
- Natural, espontánea, sin miedo a hablar aunque se equivoque. Sentirte cómoda en tu piel, eso es el éxito en la vida.
- Pero usted, ¿por qué no estaba a gusto?
- Tuve una larga época de rechazo hacia mí misma, de quejarme constantemente de mí misma aunque no lo exteriorizara; digamos que me fustigaba demasiado. Muchas quejas y pocas soluciones.
- ¿Baja autoestima?
- Por los suelos. No sé cuándo empezó todo, pero tuve una relación personal que me fue llevando hacia dentro y a distanciarme de mi familia y amigos. Pero el cuestionarse, el aprender a aceptarse, forma parte del proceso de madurez de todo ser humano.
- ¿Fue una época que acabó con rupturas?
- Sí, terminé con mi pareja tras diez años de convivencia, el grupo primigenio se disolvió. Dani había dejado el grupo en el segundo disco, premio Ondas, y Edi justo antes de que me diagnosticaran el cáncer de mama.
- Y usted, ¿pensó abandonar?
- Sí, porque me sentía muy débil; yo, que siempre me había hecho la fuerte, ya no tenía fuerzas. Así descubrí que yo también podía quejarme.
- Pero no abandonó.
- Entendí que la música podía ayudarme a seguir hacia delante, a sacar la pasión que llevo dentro. Así que durante el tratamiento con quimioterapia y radioterapia seguí trabajando y tomé la decisión de salir al mundo.
- ¿Cómo dejó de desdeñarse?
- La vida me aclaró que no es tan larga como para andar con tonterías de existencialismos. Ante esa perspectiva cambié todas esas quejas hacia mí misma por sentir la vida, y eso implica estar contenta con una misma.
- ¿Lo consiguió?
- Sí, aprendí a quererme más, a no tener miedo, a hacer las cosas de corazón, sabiendo que si te equivocas, puedes pedir perdón. Eso es lo importante en la vida, vivir en paz, y sólo así puedes ayudar a los demás.
- ¿Qué ha sido lo peor?
- Ver cómo afectaba mi enfermedad a mi familia y la terapia hormonal que me dejó sin la posibilidad de tener hijos. Cuando la vida te dice que no, es cuando más ganas tienes, pero hay que aceptarlo.
- Adaptarse.
- Sí, lo antes posible. La caída del pelo no la lleve mal, directamente me rapé. Pero cuando se me cayeron las cejas y las pestañas lo llevé peor, te quedas sin expresión y la cortisona te hincha, te ves muy rara.
- Y fue en ese momento que se sentía horrible cuando encontró a su chico.
- Es lo último que me esperaba, pero ya ve lo impredecible que es el amor. Al principio estaba reacia, no quería que nada me dañara, la quimioterapia te debilita mucho y no quería que me bajaran las defensas, así que me protegía y estaba muy tensa con él.
- ¿Qué la hizo cambiar?
- Darme cuenta de que tú no decides de quién te enamoras ni cuándo te enamoras. Pero no dejaba de preguntarme cómo él se podía enamorar de mí estando yo con ese aspecto.
- ¿Y?
- Él me repetía una y otra vez que él tampoco había elegido enamorarse e insistía en que mi aspecto era momentáneo, que tuviera paciencia. Y eso hice, tener más paciencia conmigo misma y con los demás.
- Valioso aprendizaje.
- Es que no nos damos cuenta de que en este mundo hay muchos mundos. Cuándo iba al hospital público a darme la quimioterapia entraba en una sala donde mucha, mucha gente estaba como yo.
- ¿Alentador o deprimente?
- Cada uno contaba su vida y había una insistencia general en catalogar la quimio como veneno. Yo había momentos en que me hacía la dormida para protegerme del desánimo y me contaba la película de que lo que me estaban dando era una luz blanca que entraba en mis venas y me sanaba.
- ¿Cuál era el peor pensamiento?
- La metástasis me asustaba muchísimo, porque conoces casos de todos los colores. Hoy no tengo miedo porque ya conozco el proceso: operación, quimio, radio y lo que venga. El cáncer no entiende ni de edad, ni de religión, ni de clase social, viene, y tal como viene tienes que aceptarlo de la mejor manera posible.
- ¿Qué le ha sido más útil?
- Llevarlo con humor y tener gente que me quiere alrededor. Estoy muy contenta de la familia que tengo tan guasona y unida. Si algo he aprendido del cáncer es que con humor y con amor sanas antes, es muy asombroso.
- La veo contenta...
- Cogí las riendas de mi vida, ha sido un despertar. La brevedad de la vida es algo que sabemos todos, como que existe el cáncer, pero piensas que a ti no te va a tocar. Pero cuando te toca entiendes que todos los momentos, incluidos los malos, merecen la pena.

05 diciembre 2006

Onsrai


Siempre me ha llamado la atención la capacidad de las lenguas de aglutinar conceptos. Esa forma de crear palabras que son intraducibles y que forman parte de la cultura de cada lugar. En el noroeste de la India existe una lengua, el Boro, un idioma que tiene tres palabras para dar forma al amor, por ejemplo. Así, para los boros, Onsay significa “pretender amar”; Onguboy “amar des del corazón” y Onsrai “amar por última vez”. Eso me sugiere lo camaleónico que puede ser el arte de amar. Así, uno no tiene porqué amar siempre des del corazón si no que puede pretender amar e incluso, dejar de hacerlo.
El amor puede ser de muchos colores y formas, puede tener mil texturas y en cada momento podemos sentir que amamos pero de diferente manera. Querer enjaular el amor en sólo un concepto es peligroso porqué podemos caer en la trampa de creer que sólo podemos amar de una manera y si no la alcanzamos creernos incapacitados para el amor. Amar puede significar sentir pasión por algo o por alguien. Puede querer decir admirar o quizá sentir ternura. A veces puede que sea irracional y no tenga explicación. El amor no sólo se siente cuando se mueven mariposas en el estómago o cuando el otro parece haberse convertido en el centro de nuestro universo.
Decía Marianne Costa que el amor no es nada más que crear algo. Para ella, coexisten en este mundo parejas que duran un milisegundo y parejas que duran toda una vida. Cruzar una mirada y una sonrisa con un desconocido por la calle puede ser ya un acto creativo sin tener que caer en la necesidad de pasarle un papel con nuestro número de teléfono.
En este mundo no todo es universal, ni siquiera el amor. Y quizá en nuestra cultura deberíamos revisar esa palabra y empezar a observar que creer en una única forma de amar nos lleva a conflictos que acaban por destruirlo.
Puede que tengamos demasiado miedo de amar y por eso no nos dejemos llevar. ¿Por qué no cometer errores, por qué no descubrir? A veces creo que somos demasiado conservadores, también en el amor. Conservar significa retener, guardar. Pero el amor es mucho más libre y nuestra ansia de amar nos puede acabar llevando a Onsrai, como dirían en lengua boro, aunque esa sea su cara más triste.

20 noviembre 2006

Para no ser mudos...


Y contaba Eduardo que escuchó un día a un cocinero que reunió a las aves en su cocina. A las gallinas, a los gansos, a los pavos, a los faisanes y a los patos.


El cocinero les preguntó amablemente para hacerlos partícepes de su banquete:

-¿Con qué salsa queréis ser comidos?

Y des del fondo de la cocina, una humilde gallina respondió:

-"Nosotras no queremos ser comidas de ninguna manera".

A lo que el cocinero aclaró:

-"Eso está fuera de la cuestión".

Reflexiva metáfora, la de Galeano, sobre el mundo en el que vivimos. Un mundo organizado de tal modo que nosotras y nosotros sólo tenemos el derecho de escoger una absurda salsa.

"Para no ser mudos hay que empezar por no ser sordos".

07 septiembre 2006

Así es Bombay


El principio de este diario llega con retraso, tres días después de nuestra llegada a la India. La India! Lo escribo y la verdad que todavía no me hago a la idea que estemos en este país. Así que, aunque tarde, voy a intentar resumir brevemente mis primeras impresiones.
Después de un viaje eterno con Alitalia llegamos a Bombay a eso de las 11 de la noche hora local. Claudia y Sara nos esperaban a la salida del aeropuerto para ir al YMCA, nuestro hotel, que más tarde descubriríamos que era una especie de comunidad cristina a la que, sí o sí, nos hicimos miembros y pagando.

Pero antes de llegar al hotel vivimos la experiencia de viajar en coche por Bombay, un caos ambientado por la infinidad de bocinas que suenan al mismo tiempo. El caos en Bombay tiene su lógica, es como el orden dentro del desorden. Todo el mundo va y viene en diferentes, a veces opuestas, direcciones pero nadie se altera excepto nosotros que estamos todavía en proceso de adaptación.
Instalados ya en el hotel cenamos y nos dirigimos a nuestras habitaciones. Todo huele a humedad y hace calor, quizá no tanta como esperaba, pero el ventilador del techo de varias velocidades, hará que nuestro merecido sueño sea un poco más agradable.
El despertador suena a las nueve de la mañana. Este es nuestro segundo día en Bombay, una jornada por descubrir. Bajamos a desayunar y probamos tímidamente los primeros sabores de la India. Mi paladar, todavía occidental, sólo se atreve a probar unas tostadas con mantequilla y algo parecido a la mermelada, trozos de papaya y el thai, el té indio, que se acabara convirtiendo en la bebida más extendida de nuestro viaje.

Salimos del hotel hacia las 10 de la mañana. Claudia y Eva han salido más temprano hacia Intermón para saludar a Thomas Baby y conocer mejor el trabajo de la ONG en la India y saber algo más del RDC (Rural Development Center) la organización que nos acogerá durante 17 días.
De momento estamos en Bombay y después de regatear con varios taxistas aceptamos pagar 65 rupias por taxi para que nos lleven hacia Colaba el centro turístico de la capital de Maharashtra. Nos repartimos en dos taxis. Diego, Sara y yo vamos en uno que casi se carga a un ciclista pero como en este país nadie se inmuta seguimos adelante. El taxista mirando tímidamente hacia atrás para comprobar que el ciclista sigue en pie y nosotros tres alucinando y a carcajada limpia intentando entender la situación.
Nicky, Eva y Laia van en otro taxi que de vez en cuando se cruza con el nuestro y aprovechamos para tirar alguna foto.
Pasear a pie o en taxi por Bombay, una ciudad de 23 millones de habitantes, es toda una experiencia difícil de describir. Para entender esta ciudad hay que vivirla, olerla y sentirla porqué todo lo que podamos explicar se va a quedar corto. Aquí se mezclan tantas personas, objetos, colores, olores y sonidos que es imposible detenerse en cada uno de ellos. Nuestros sentidos no dan abasto y aunque muchas veces tus ojos se paren a contemplar la luz y la elegancia de algún sari o se crucen con la intensa y penetrante mirada de los hombres hindúes, todo está en su sitio y dibuja una caótica armonía, así es Bombay.

05 septiembre 2006

Little Ashok


En agosto tuve la oportunidad de viajar a la India. Con este viaje confirmo que los sueños sí pueden hacerse realidad, sólo cabe poner el empeño suficiente para conseguirlos. Y en mi aventura por estas tierras de oriente conocí a gente extraordinaria. Una de las que más me llamó la atención fue el pequeño Ashok un niño de siete años cuyos ojos hablan y cuya alma también. Ashok nos regaló momentos preciosos durante esos 17 días que compartimos con él. Sobretodo nos enseñó a valorar las pequeñas cosas, también las sonrisas. No sé que futuro le espera a mi pequeño amigo hindú. Deduzco que su vida no será tan fácil como la de muchos niños que viven parapateados en occidente y eso me jode. Me jode porqué Ashok es un niño que rebosa inteligencia por cada poro de su piel pero no tengo muy claro si podrá agarrarse a la oportunidad que necesita para poder estudiar, por ejemplo, y luchar algún día por los derechos de la gente de su país.
Ashok logró que mi emoción llegara a flor de piel en varias ocasiones y todavía al mirar sus fotos recuerdo esos momentos. Como el primer día que compartí con él unos minutos. Estábamos en la estancia de la cocina y nos enseñaba sus libretas y sus libros. El escribía con un bolígrafo medio roto. Le pedí que me dejara su libreta para escribirle mi nombre y cuando estaba a punto de cogerle el boli que él utilizaba me frenó la mano y sacó de su cartera otro bolígrafo, nuevo de trinca, para ofrecérmelo a mi. Ese gesto me dio otra lección de humanidad y logró que mi garganta se volviera de piedra.
No he olvidado tampoco como nos agarraba a todos el día de nuestra despedida. Nos abrazaba fuerte, como si cuanta más fuerza utilizara más nos demostrara su cariño.
Espero que Ashok pueda alcanzar algún día esa oportunidad que se merece. Sea como sea lo que el pequeño me enseñó es que las mías, de oportunidades, tienen ahora mucho más valor que antes de pisar la India. Porqué este país te enseña muchas cosas, sobretodo a vivir y a sentir la vida de otro modo, con más calma.

Porques misèries


Dilluns vaig anar a sopar amb uns amics. La sobretaula va acabar com sempre amb un debat d’aquells eterns en els que ningú i tothom acaba tenint la raó. Us he de confessar que no en vam ser gens d’originals. Vam parlar d’immigració i en aquest, de tema, sovint em quedo sola amb els meus arguments. Amb el temps, però, una s’hi acaba fins i tot trobant bé.
En la llarga discussió es va posar en evidència el reiterat rebuig cap a les cultures que vénen de fora i les seves tradicions. En aquests casos sempre em venen al cap les paraules del sociòleg norueg Johan Galtung a qui un dia algú li va preguntar si creia que al món existia un xoc de cultures. L’home va respondre amb un sí rotund i el va batejar el txoc de les tres emes: “Madonna, Mickey Mouse i Mc Donalds”. De fet no va descobrir res de nou i la veritat és que realment estem impregnats de cultura americana. Si observem una mica ens adonarem també que som incapaços de pronunciar el nom d’un escriptor xinès o el d’un cineasta egipci pero podríem dir els noms i cognoms dels actors i actrius de qualsevol sèrie americana de moda. Aquesta, però, és una invasió de cocció lenta i no ens fa tan mal com la que ens hem inventat amb l’arribada d’immigrants.
La nostra àgora va acabar amb el judici del paper secundari de la dona en la cultura musulmana com si nosaltres, les occidentals, fossim les estrelles protagonistes en la nostra. De porques misèries en tenim tots, també nosaltres. I si l’home musulmà fa servir l’espai per afirmar la dominació masculina i excloure les dones de l’àmbit públic, l’home occidental ho fa manipulant el temps. En la nostra cultura una dona per ser bella ha d’aparentar joventut. Aquest és un ideal de bellesa que acaba condemnant la dona madura a la invisibilitat i aquest –desenganyem-nos- és el nostre vel occidental. Vull pensar que si som capaços d’observar misèries comunes també podem arribar a trobar alguna virtut que ens uneixi. Però com passa sovint les misèries en la carn dels altres són més misèries i les nostres s’acaben abocant al sac de les anècdotes. El més curiós del cas és que en el fons repensar les cultures alienes s’acaba convertint, tard o d’hora, en una reflexió sobre nosaltres mateixos.
Article publicat a Diari d'Igualada

Corbes


Sí, també es pot ser atractiva, feliç i sensual amb una talla 44. Crystal Renn, una jove novayorquesa de 19 anys, ho ha demostrat. Després de passar un infern per ajustar-se a les talles que li exigien les agències de models es va plantar i ara desfila amb orgull els seus 70 quilos. I ho fa per Jean Paul Gaultier o Dolce & Gabbana, que no és poc. En realitat ja ho deia una pel·lícula brasilera, a prova de baixes autoestimes, “Les dones de veritat tenen corbes”.
M’alegra començar a percebre una nova manera de veure i viure el cos de les dones. L’absurda dictadura per aconseguir el cos perfecte es va difuminant –a pas de tortuga ja ho sé- i aquest, com a mínim, és un bon símptoma. El món de la moda no és cap reflex de la vida real. Les persones no som iguals, perquè ho haurien de ser les models, doncs?
Fa uns setembres, en un festival de fotoperiodisme que es fa a Perpinyà, recordo els esforços que vaig haver de fer per observar les imatges d’un reportatge sobre noies anorèxiques. El cert és que anorèxiques era un substantiu que es quedava curt per a aquelles fotografies.
Relacionar la moda amb l’anorèxia no és gratuït. Hi han estudis que ho corroboren. En tot cas no és l’únic culpable a assenyarlar, però el que està clar és que no fa cap bé a qui pateix aquesta malaltia. Internet tampoc ajuda massa. Existeixen a la xarxa un bon nombre de webs on anorèxiques i bulímiques intercanvien experiències, trucs per aprimar-se i fins i tot estableixen competicions entre elles per veure qui perd més pes.
No conec cap dona que mai hagi sentit la pressió social del nostre estúpid ideal de bellesa. Totes ens hem qüestionat alguna vegada el nostre cos quan ens mirem al mirall, això suposant que ens atrevim a mirar-nos sense pudor, n’hi ha que ni en la intimitat s’accepten. Això s’acaba traduïnt en molts casos en una obsessió pel menjar i pel recompte de cada caloria que ingereixen en cada gra d’arròs que es posen a la boca.
Ja està bé que a les dones ens classifiquin pel tamany del nostre cos!
Espero que Crystal Renn sigui només l’inici d’una nova tendència estètica a les passarel·les i que no sigui considerada una rara avis sinó una persona que, superant la línea marcada per les talles, pot ser tan professional com qualsevol altra model a les que ens tenen acostumades. I tot plegat amb un talla XL, què passa?
Mirin, com diu l’anunci, la vida no està feta per comptar calories!
Article publicat a Diari d'Igualada

Montilla

Ja han mostrat la seva indignació. L’eslògan triat pels publicistes del PSC “Ara és l’hora dels catalans. Montilla president” no ha agradat gens ni a l’esquerra ni a la dreta més nacionalista. Centrar l’estratègia de la precampanya en la identitat de Montilla és per mi un encert. Que l’home vingui de Iznájar i opti a la presidència de la Generalitat de Catalunya no és cap handicap sinó la seva principal virtud, deixint-li tenir-ne alguna!
El debat no es troba en la legitimitat de Montilla per aspirar a ser el llogater de la casa de Canonges sinó en com això fa mal a certes sensibilitats de la Catalunya de pedigrí.
Per tant podríem trobar molts defectes a Montilla, però el de la seva identitat no me li posin al mateix sac! Aquells que tan proclamen que de catalans en som tots i que Catalunya no és propietat exclusiva del nacionalisme perquè alcen la veu per criticar ara un eslògan que proclama precisament això?
Estarem d’acord en que substituir una figura carismàtica com la de Maragall no és fàcil. Tampoc ho era passar el relleu de Pujol a Mas. El màrqueting polític és capaç de fer miracles i, sí, fer caminar sobre les aigües a Montilla serà complicat. Jo tampoc me l’imagino alçant en aplaudiments a una massa després d’un discurs, protagonitzant un enfrontament dilàectic amb Mas o Carod o contestant amb contundència els perquès dels pocs periodistes que encara pregunten.
La veritat és que queden pocs polítics amb capacitat d’oratòria suficient per fer tombarelles amb el llenguatge. La retòrica del poder s’ha tornat molt ensucrada i Montilla no és precisament un exemple de persuassió discursiva. Sincerament jo crec que no s’hi acaba de sentir còmode amb el paper que li toca, ni tan sols sé si se’l creu de veritat. Aquell somriure desencaixat transmet una falta de franquesa que fa dubtar qualsevol.
En tot cas els estrategues electorals de Montilla han començat a engreixar la maquinària per vendre el candidat. La identitat de l’aspirant és la imatge de marca que han triat. Això, i una dosi d’emotivitat, un dels millors ingredients per canviar actituds. Veurem si la gent s’acaba deixant persuadir.
En tot cas no ens poséssim nerviosos. Encara queden dos mesos i 11 dies per les eleccions autonòmiques i el senyor Artur Mas reclama ja un debat televisiu que Montilla, ha acceptat. No entenc aquesta necessitat de començar a correr metres abans de la sortida. Vigilin no fos cas que arribin a la meta exhausts. L’energia, dosifiquem-la no comencéssim a cansar l’electorat abans d’hora. A més, la Terribas està de vacances!
Article publicat a Diari d'Igualada

Tampoc a Tailandia

Tenia entés que la BBC era una televisió seriosa. Santa innocència! Resulta que la darrera distracció de la cadena és remullar les ferides dels supervivents del tsunami amb alcohol del pur. Quina coisor!
Els productors anglesos han creat una mini serie –“Tsunami” es dirà- i aquests dies n’estan rodant les primeres escenes en dues de les localitats tailandeses més afectades per la tragèdia. Els protagonistes seran una parella jove que ha perdut el seu bebe, una dona anglesa que busca el seu marit i el seu fill desapareguts, un ambiciós periodista, un treballador humanitari i un funcionari britànic. A banda d’aquests patriòtics herois, els realitzadors del culebrot necesiten extres que interpretin els papers menys agraïts: ferits, cadàvers i víctimes. Si els aspirants al càsting són tailandesos cobren 11 dòlars al dia, si en canvi, són occidentals en cobren 38. Coneixent la situació econòmica en la que es deuen trobar bona part dels supervivents del tsunami, 11 dòlars diaris els pot suposar un respir extraordinari. Això si, a costa d’hipotecar el seu dolor i caure en la condemna de reviure, sota la mirada de les càmeres i els focus, un passat gens agradable. Un reality escenificat, vaja.
Tenia entés que la mort i el dolor tenen el seu procés de dol. De fet, la premsa britànica té des de fa dècades una norma no escrita que apela a la prudència en situacions de crisis o catàstrofes per no crear més angoixa entre els ciutadans.
Ja fa un parell d’anys de la tragèdia del tsunami però el que des de la llunyania pot semblar un temps prudencial, des del terreny les ferides tot just comencen a cicatritzar. No m’imagino els productors de la mateixa cadena pública buscant extres entre els supervivents dels atemptats del 7 de juliol a Londres. Fets que, seguint la seva norma no escrita, van estar embolcallats amb tot el respecte mediàtic. Tímides preses de l’autobus en el que va esclatar la quarta bomba i cap imatge que il·lustrés els horrorosos relats dels periodistes. Mai he tolerat que es faci del dolor un espectacle. Però ni a Londres, ni a Madrid, ni a Nova York. Tampoc a Tailandia.
Article publicat a Diari d'Igualada

22 junio 2006

Només per a dones

Si vostè és un home confirmo que ha fet cas omís al títol que encapçala aquest article. I si continua llegint corroboro que vostè és curiós per naturalesa i tendeix a caure fàcilment en la temptació de les prohibicions. Segurament no se sentiria gaire cómode si -com ha fet amb aquesta columna- se saltés les indicacions d’un dels rètols dels metros de Tokio, Rio de Janeiro o El Caire: “Vagó exclusiu per a dones”.
Aquestes capitals han decidit posar fre a l’assetjament sexual al metro i als trens de rodalies. L’elevat índex d’abusos en hores punta ha provocat la creació d’una nova llei que obliga a incloure un vagó femení en el transport públic d’aquestes ciutats. No tinc clar si la mesura és la més adequada però les xifres si més no són preocupants. El 60% de les brasileres ha patit alguna mena de violència física o psíquica mentre viatjaven en transport públic i les japoneses han triplicat el nombre de denúncies per abusos als vagons en els darrers vuit anys.
Des que les dones d’aquestes ciutats compten amb un convoy reservat només per a elles moltes asseguren sentir-se més tranquiles, d’altres qualifiquen la solució d’exagerada i fins i tot se senten ofeses. Si això passés a Barcelona suposo que sentiria coartada la meva llibertat d’elecció i acabaria optant per alternatives als trens subterranis en hores punta. Tampoc m’agradaria ser home en algun d’aquests països i entrar en el vagó prohibit per error. Possiblement sentiria la venjança de moltes mirades que encarnarien en mi el pitjor del gènere masculí. D’homes n’hi ha de moltes classes i no tots són els que discriminen, agredeixen i abusen.
Si homes i dones no podem compartir un espai públic com el del metro sense violar l’espai de l’altre com podrem tenir més representació en els poders polítics, aconseguir pensions similars quan ens jubilem o guanyar un sou igual de digne?
Defenso en veu alta el filtreig visual entre homes i dones en els transports públics i aquelles mirades que duren milisegons. Això no fa mal ningú i activa la nostra imaginació i la nostra autoestima siguem homes o siguem dones. La situació em suggereix, però, que no només ens queda un etern camí per avançar en la paritat de gènere –que també- sinó que abans hauríem de fer passos de gegant per treballar el respecte per les persones, més enllà del seu sexe.

Article publicat a Diari d'Igualada

Diu Saramago


Què passaria si com a resultat d'unes eleccions, en un país qualsevol, suposadament democràtic, més del 70s% dels electors votessin en blanc? No m'atreveixo a plantejar hipòtesis però aquest és l'argument que molt bé relata l'escriptor José Saramago en la seva novel·la Assaig sobre la lucidesa. Diumenge tot i que la Junta Electoral no vulgui que ens hi convidin tenim l'oportunitat de participar a la festa de la democràcia i dir la nostra en el referèndum del controvertit Estatut de Catalunya. Partits polítics i plataformes ciutadanes ens han marejat durant les darreres setmanes amb arguments a favor i en contra de la reforma estatutària i, si els he de ser sincera, jo tampoc tinc clar el sentit del meu vot. Però ningú ens ha argumentat la possibilitat del vot en blanc i Saramago m'hi ha fet pensar molt aquests dies. Estarem d'acord en què es tracta només d'una novel·la però l'escriptor portuguès ens obre un debat sobre la democràcia i ens destaca el poder que encara tenim ciutadans i ciutadanes per explicitar, amb el vot en blanc, el nostre descontent davant d'una situació determinada. Algú dirà que el vot en blanc no té cap mena d'utilitat a la pràctica i que equival a llençar un vot a la paperera. El problema el veig més en la poca utilitat que donem a aquest vot periodistes i polítics. Som aquests -i entono el mea culpa- els que mai interpretem el valor polític del vot en blanc en els resultats electorals. Tot i que no l'interpretem, el missatge té molt de sentit i és, per exemple, el de pressionar els governants d'un territori a tenir una actitud més social i moral de l'estat-nació. En molts processos electorals el vot en blanc s'ha titllat d'antidemocràtic i antisistema però qui vota en blanc és senzillament algú que no està d'acord o no es veu reflectit amb cap de les opcions que es presenten, i això és prou significatiu. No sé si ara, en aquest referèndum, toca votar en blanc però és una altra de les maneres d'exercir la nostra llibertat.
El relat d'Assaig sobre la lucidesa de Saramago comença a la capital d'un país qualsevol en què se celebren unes eleccions municipals i en què més del 70 per cent de l'electorat vota en blanc. Aquell dia plou a bots i a barrals i un dels personatges del llibre explicita amb un «mal temps per anar a votar» la seva queixa per les inclemències del temps. Diumenge, plogui o faci sol, els resultats del referèndum no dependran de la meteorologia sinó del sentit que els ciutadans i les ciutadanes vulguem donar a la democràcia i si creiem que, el nostre, és un bon temps per atansar-nos a les urnes.

Article publicat a Diari d'Igualada

Respecte per l' Àfrica?

Fa temps que tinc un amic africà a qui respecto. També en respecto la seva cultura i no per això m'he hagut de vestir amb les teles típiques del seu país. Ni tan sols, tot i que de ganes me'n sobrin, he hagut de viatjar fins a Togo. El mes de març la vicepresidenta del Govern espanyol, Fernández de la Vega, va viatjar fins a l'Àfrica i es va vestir amb la roba d'aquest país. Aquest gest va agradar tant a l'alcalde de Pujalt, Antoni de Solà, que ha atorgat a Fernández de la Vega el Premi Transhumant de l'any pel «respecte que va demostrar per la cultura africana». La vicepresidenta ha acceptat el guardó i el dia 8 de juliol visitarà Pujalt. Aprofitant que la tindrem tan a prop li faria arribar algun suggeriment per ampliar el seu respecte pel continent veí. Podria per exemple començar a prendre compromisos solidaris amb l'Àfrica que no impliquin contrapartides com ho ha fet fins ara. Podria estalviar-se finançar amb el pressupost europeu d'ajuda al desenvolupament el mur que s'ha alçat a Melilla. Podria apostar per polítiques socials i no policials en matèria d'immigració. Podria acceptar que els immigrants poden ser agents de desenvolupament als països on viuen i també dels països d'on vénen. Només cal recomptar els diners que molts ciutadans africans envien als seus països perquè els seus fills accedeixin a la sanitat i a l'educació. Accessos que els seus governs redueixen obeint les polítiques de les institucions financeres internacionals. A l'alcalde de Pujalt també li oferiria una extensa llista de persones que sí que treballen cada dia el respecte per la cultura africana però segurament no seran ni tan conegudes, ni tan mediàtiques com la vicepresidenta d'un país. Existeixen altres fórmules de màrqueting polític, senyor De Solà, com per utilitzar la cultura africana com a excusa. Si volen demostrar el seu respecte per l'Àfrica viatgin fins a les illes Canàries. El bitllet els sortirà més barat i la senyora vicepresidenta podrà escollir el vestit jaqueta de sempre. Això sí, potser s'haurà d'arremangar les mànigues de l'americana per ajudar a sortir del cayuco l'africà de torn que es juga la vida per arribar a les costes espanyoles perquè l'acabin acusant d'il·legal. Si amb un 1,7% d'immigració actuem d'aquesta manera no vull arribar a pensar quines polítiques es plantejaran quan arribem al 7,5% de França o al 14% dels Estats Units.

Article publicat a Diari d'Igualada

13 abril 2006

Presentimiento complejo


A veces en la vida sucede que hay personas, países, calles, objetos que te atraen. No sé exactamente que extraña fuerza o intuición te ata con esa atracción, pero existe. Eso me sucedió hace poco con un cuadro de un artista a quien tuve el honor de conocer a través de una exposición que la Fundació Caixa Catalunya ofrece en La Pedrera de Barcelona hasta el 25 de junio. El cuadro se titula Presentimiento Complejo y pertenece a la última etapa del pintor polaco-ucraniano-ruso Kasimir Malévich. De hecho sentí la atracción hacia este lienzo por primera vez a través de una noticia del telenotícies. Dejé esa atracción dormida hasta que una noche hablando con Maite, mi compañera de piso, me explico que esa misma mañana había disfrutado de la retrospectiva que se hace del pintor en la sala de Paseo de Gracia. Así que no pude esperar y esa semana me dirijí allí y me enamoré de la pintura de este genio medio loco, medio místico, medio esotérico. Me enamoré de su obra por sus formas, por sus colores, por como nos enseña a observar el infinito en un lienzo y por como nos hace sentir. Me encantó su teoría y su forma de vivir el arte sobretodo porqué supo crear algo revolucionario en su época (1879-1935): el suprematismo o la capacidad de elevar la nada, el no objeto, a la máxima potencia. De esta época son sus cuadros Cuadrado Negro, Cruz Negra y Círculo negro, para mi obras maestras que hacen de la nada una forma de expresión. Y él decía que "Sólo cuando desaparezca la costumbre de ver en los cuadros la representación de pequeños rincones de la naturaleza, de madonas o de venus impúdicas, veremos la creación pictórica".
Y esta reflexión me sugiere que el arte es simplemente expresión, más allá de los objetos y las formas que podamos identificar. Arte es sentir, independientemente de si coincidimos con el artista al interpretar su cuadro o vemos otra cosa. Lo importante es que veamos algo y para ello, a veces, es necesario usar la imaginación una capacidad casi en peligro de extinción en nuestros días.

27 marzo 2006

La profesora de inglés


Empezamos bien el día. A las nueve de la mañana llega a la recepción de mi querida Granini una niñata que dice ser la profesora de inglés. Como si de profesoras de inglés sólo existiera una! Le pregunto que por quien pregunta y me responde que por un tal Toner y Luis. Mi inconsciente que lo he dejado aparcado en el autobús que venia de Igualada (no, Cristina en ese no ha muerto ningún niño) tarda en reaccionar y le vuelve a preguntar el nombre de la persona a quien busca porqué no lo he entendido bien. Toner y Luis! me dice con una susceptible subida de tono. Le digo que aquí no trabaja nadie con ese nombre (que yo sepa) y que se cerciore de que la persona a quien busca es esa. La profesora de inglés llama a su agencia y con un tono un grado más elevado que el anterior pregunta que a quien tiene que dar clase en Granini porqué la recepcionista (o sea yo) no se entera mucho de la película. Deduzco que le corroboran que efectivamente la persona a quien busca es Toner y Luis de lo cual vuelvo a deducir que se tratará de dos personas y que de Luis sí conozco a alguno en la empresa pero que de Toner, a no ser que sea el de las HP, no tengo conocimiento.
De repente aparece por la puerta Tomeu, un comercial que le pregunta si es la profesora de inglés y tras Tomeu aparece Luis que recibe a la profesora con una encajada de manos. Ahí mi inconsciente vuelve del autobús que venia de Igualada y deduce que el Toner era Tomeu, no ningún consumible de impresión, y Luis era Luis, el de siempre.
Aclarado el asunto miro a Toner y Luis y les comento que estábamos esperando porqué la chica muy bien no se ha sabido expresar. La profesora de inglés me mira con cara de desprecio y me suelta un: Luis no es tan difícil!!
Mi inconsciente ya despierto del todo, incluso cabreado, exige derecho a réplica pero mi parte consciente me aconseja que no hace falta que mejor lo dejamos en un “alto al fuego permanente”. Demos ejemplo ahora que parece que vengan tiempos de paz. Aunque confieso que cuando la profesora de inglés se fue por la puerta después de una hora de clase y aunque me miro y me dejo ir un dulce perdona, mi inconsciente le lanzo un suave fuck off que se le quedo clavado en la nuca. Lo siento pero de imbécil a mi no me trata nadie, aunque sea la única profesora de inglés que exista en Barcelona, y menos un lunes a primera hora de la mañana.

21 marzo 2006

Y uno aprende




No se sabe. Alguien dice que esta preciosidad de texto es de Jorge Luis Borges. Otras malas lenguas dicen que no. Sea de quien sea este es mi regalo para todos vosotros. Porqué después de un tiempo una aprende que la primavera también llega.

Y uno aprende

Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma.

Y uno aprende
que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad.

Y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.

Y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes...
Y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo
uno aprende que si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.

Así es que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
uno aprende y aprende...

Y con cada día uno aprende...

02 marzo 2006

Risas y pasta

No sé si os he hablado nunca de mi amiga Bea. Ella es andaluza. Una de esas personas que derrocha alegría por cada poro de su piel y lo mejor es que lo contagia con una facilidad sorprendente. Tengo que confesar que esa energía, a veces esperpéntica, me choco al principio. Quizá sea culpa de mi cultura catalana de desconfiar primero para acabar dejándome llevar por mi intuición. Sea como sea Bea es un regalo en este camino demasiadas veces tortuoso y una explosión de positividad como poquitas las hay en mi mundo. Hoy hemos salido a comer juntas. También estaba Sareta otro puntal de mi vida a quien quiero un montón. Y la comida ha sido como un alto en nuestro día esquizofrénico. Hemos compartido mesa en un lugar confortable. Un restaurante italiano que queda a la entrada del barrio de Gràcia de Barcelona. Un lugar pequeño, con música, comida y ambiente agradable. La verdad es que no sé que más le podemos pedir a esta vida que dos horas como las de este mediodía. Risas, sonrisas, carcajadas, complicidad y nada más, o todo. En ese restaurante nos perdíamos a menudo también con Gemma antes que cogiera sus maletas para partir a sus islas del Pacífico. Y fue precisamente en Le Figaro dónde le dieron el sí definitivo a su deseado viaje. Así es que algo de especial debe tener ese espacio que para mi es como un pequeño paréntesis en la ciudad, un lugar donde el tiempo parece detenerse y todo fluye de otra manera. Espero que podamos perdernos una, dos o las veces que nos apetezca en esta pequeña isla dónde comer y conversar es todo un placer.

15 febrero 2006

En calma


Calma, paz, tranquilidad, quietud, brisa, amor, sonrisa, vida... Tantas palabras me sugiere esta fotografía y tantas reflexiones. Esta mañana Mónica me ha enviado esta imagen como decía ella “para empezar bien el día”. Y la verdad es que teniendo a esta niña en la cabeza no se puede ni empezar ni acabar mal la jornada. Pero me pregunto porqué habiendo todos nacido con este estado de calma, paz, tranquilidad, quietud, brisa, amor, sonrisa y vida, nos volvemos tan imbéciles cuando somos adultos.
¿Por qué negamos a ese niñ@ que llevamos dentro? Si hace años fuimos puros y nos tronchábamos de risa con lo que nos apetecía y llorábamos con lo que nos entristecía, porqué no seguimos haciéndolo de la misma forma? ¿Por qué el mundo se vuelve tan absurdo cuando creemos socializarnos? A veces me pregunto si la esencia no está en esa persona que fuimos en nuestra infancia y que de algún modo u otro seguimos siendo. Seguro que si el mundo fuera gobernado por los niños y las niñas todo iría de otra manera. Todo seria más dulce, más cómodo, más libre, más sincero, más inocente, más transparente, más divertido, más fácil...
Espero que algún día todos y todas volvamos a descubrir a ese niñ@ que fuimos, porqué en él y ella está nuestro verdadero ser y nuestra esencia. Esa es una de las pocas cosas de esta vida de la que sí estoy realmente convencida.

10 febrero 2006

Dopo mezzanote


Recuerdo a veces ese viaje a Sardegna con Sara y Gemma. Fue uno de nuestras primeras escapadas juntas y descubrimos que, al menos, en puerto Rafaelo, una se podía llegar a enamorar con la compañía adecuada. En realidad, creo que es difícil no enamorarse en Italia. Siempre he pensado que el italiano es una lengua de lo más romántica y no por casualidad dos de mis amigas más románticas están enamoradas de este país. Los besos de los italianos son de lo más apasionados y, aunque no los conozco a todos y no seria capaz de generalizar, lo sentí en mis propios labios esa noche en l’Alghero enredada con Paolo que me sorprendió un año después con un mensaje de feliz año. Italia tiene algo especial y los románticos caemos siempre en sus redes. También en el cine. Tampoco por casualidad algunas de las películas italianas contemporáneas dejan vía libre al amor y a la imaginación. Os recomendaría Dopo mezzanote, una fábula magnífica para los que creen que el cine aún conserva algo de magia y que el amor existe. La película relata la historia de un triángulo amoroso. Marino, el vigilante del Museo del Cine de Torino, se enamora de Amanda, la camarera del fast-food de la esquina que sale con Angelo, un ladrón de coches con escrúpulos. La protagonista femenina tendrá qué decidirse por uno de los dos. Yo lo tendría claro. Marino seria mi elección. Quizá porqué podria ser el alma gemela de Nino Quincampoix de quien se enamora Amélie. Para algunos este será un cine empalagoso. Para mi sólo son historias que dejan volar libremente la imaginación, sin trabas, sin frenos. ¿Pero sabéis que es lo mejor de todo?. Que Amélie y Dopo Mezzanote salieron de la mente de dos hombres. Y eso me demuestra que ellos pueden ser tan románticos, imaginativos y creativos como nosotras. Aunque algunas personas todavía no lo crean o simplemente retengan en su mente la idea absurda de que mostrar nuestra parte más femenina, seamos hombres o seamos mujeres, es símbolo de debilidad.

07 febrero 2006

Aceptar las diferencias

De acuerdo. Nosotros, los europeos, podemos burlarnos tanto como queramos de las imágenes de nuestra religión. Podemos caricaturizar a la figura de Jesús, al Papa o a quien queramos porqué para algunos de nosotros (no para todos) eso no es ninguna ofensa porqué el valor religioso nos parece relativo. Pero creo también que eso no nos hace más libres, no nos confundamos. Esa es nuestro concepto de libertad, es sólo una definición. Pero a veces las definiciones no son universales, pueden contener infinidad de palabras e interpretaciones. Y eso es, a mi modo de ver, lo que está ocurriendo con las caricaturas del profeta Mahoma. La interpretación de ese símbolo es lo que lleva al conflicto. Los fundamentalismos culturales son destructivos, de acuerdo. Pero también lo es la homogeneización de las culturas, y de eso sabemos mucho en Occidente. Así es que quien este libre de pecado que tire la primera piedra. Pero no nos amparemos ante la libertad de expresión para hacer lo que nos plazca en un contexto que cada vez es más multicultural. Tratamos de auto convencernos sobre lo tolerantes que somos ante el mestizaje pero aceptar el mestizaje no es sinónimo de integración. No se trata de dibujar una realidad orientada a superar diferencias si no, simplemente, a aceptarlas. Y con la aceptación, estaremos más cerca del respeto mutuo.

30 enero 2006

Fotos Portu

Con la cuadrilla de Cristina. Risas y alegria





20 enero 2006

A las 7 en el Majestic

Confieso que la orientación no es mi punto fuerte, más bien lo contrario. Reconozco que formo parte de la estadística de las mujeres que no saben leer los mapas y quizá por eso ya ni me atrevo a sacarme el carné de conducir, para no ser un peligro público. Tengo dos amigas que su orientación se basa en los hoteles de todas las ciudades. Si quedamos en Barcelona lo hacemos delante del Majestic. Si lo hacemos en Bilbao, en la puerta del Ercilla y si es en Madrid en el Conde Duque, por decir algo. Ellas tienen su mente distribuida en los hoteles de la ciudades de toda España y puede que también del mundo. Por eso quizá trabajan en el sector turístico. ¡Pero yo no!
Siguiendo su lógica y si nos guiaramos por mi orientación mental las obligaría a citarnos en la sede de El País en Madrid (que no tengo ni puñetera idea de donde está) o en la Reuters de Londres que tampoco es el caso. ¡Pero yo no lo hago! Entiendo que no tienen porqué tener grabados en su cerebro los callejeros de todos los periódicos y agencias de noticias del planeta. Así es que por favor, des de aquí les rogaría que vale, acepto indicaciones tales como las de mar o montaña porqué vivimos en una ciudad con marejadilla, pero nada más. Aunque aquí también podria replicar que para una mente nacida en la Cataluña interior entender esa orientación espacial es relativamente complicado. Reconfieso pues que la orientación es mi punto débil y recontribuyo a oxigenar el tópico de que las mujeres no sabemos leer los mapas.
Si, ¿y qué?.

19 enero 2006

Zombies

Trabajo en una empresa que parece un cementerio. Cada día deambulan por aquí muchos cadáveres vivientes, muertos en vida que se creen ser lo que no son porqué su salario es desorbitado y se les ha otorgado un cargo que ni ellos saben qué significa. Pero lo que más me preocupa no es eso. Me desespera mucho más observar que esos zombies empiezan a ser ya algunos peones que cobran ocho veces menos que los de arriba. Me indigna estar en una cocina dónde nadie se habla porqué no tiene nada que decirse. Me molesta abrir una puerta y comprobar que entra el silencio, inmutable, como si ofrecer una sonrisa o un buenos días estuviera ya demodé. Lo peor de todo es que se trata de una enfermedad contagiosa que a veces se pega. Y así corroboro esa frase tan verdadera que me regaló Lili, una colombiana con luz en los ojos que conocí hace unos días: "Este mundo ha pasado de la afectividad a la efectividad". Y es bien cierto que los afectos, las emociones, los valores, parecen tener ahora un papel secundario, a veces casi de extra. Y el ser efectivos es la norma que nos rige, sin darnos cuenta que un día esa efectividad acabará extinguiendo nuestros afectos.

18 enero 2006

Urte berri on



31 de diciembre. 7 de la tarde. No sé si hemos descansado o simplemente relajado nuestras neuronas. Tengo la sensación durante todo el día que mi cuerpo esta como cuando te levantas después de una noche de borrachera. La diferencia es que mi cuerpo sólo me exige horas de sueño que, muy en contra de mi voluntad, no he podido retornarle. Será cierto eso de que el sueño no se recupera.
Después de la siesta nos levantamos y el plan es volver a ir de vinos. Por la tarde es turno de tintos. Aunque mi cuerpo me prohíbe que ingiera ningún tipo de alcohol le machaco con unos cuantos zuritos, menos peligrosos. Nos encontramos con Cele y Eva, dos amigas catalanas, que de casualidad están también de ruta por el norte y deciden hacer parada y fonda en Portugalete para compartir la noche más vieja del año con nosotras. La lluvia nos sorprende por las pendientes de las calles que se transforman en resbaladizos tobogans, un reto para nuestro estado y nuestros zapatos de tacón. Por muy bajos que sean la estabilidad no es la misma que las zapatillas. Después de repasar el mundo y las anécdotas del día hablamos de todo un poco y de nada, sabiendo que la noche nos espera entera y que tenemos todavía una cena por delante. Las chicas del Maresme regresan a su hotel y Sara, yo y Cristina a su casa para celebrar la Noche Vieja.
Una cena apetitosa: lomo, longaniza, jamón, txaca de la buena, langosta, langostinos percebes, almejas y nécoras. Sí, las nécoras también estaban. Muy a mi pesar intenté comer sin pensar en la vida que les habíamos arrebatado. Mordiscos torpes por mi parte. Confesaré y confieso que en mi vida había comido percebes, ni nécoras... ni nada que se le asemeje. Será que no estoy acostumbrada a esos lujos y tuve que pedir consejo para zampar y abrir correctamente esas delicias de mar. Me sentí un poco Julia Roberts en Pretty Woman y la escena del restaurante, aunque a favor mío jugaba en casa y la confianza era suficiente como para que el jugo de los percebes salpicara, con cariño, la cara del de al lado. Me franqueaban Sara y Fernando, el novio de Ainoa, la hermana de Cristina. Un chaval que entiende qué es eso del sentido del humor, alguien con quien no hace falta explicar las bromas porqué también las reparte. De hecho creo que hubo en la mesa un derroche de risas, uno de esos lazos invisibles que nos unen con la gente del País Vasco (súmesele también Navarra no vaya a ser que se enfade mi gente de Pamplona). En la mesa también estaban los anfitriones, Angelines y Paco, y el hermano de Cristina, Patxi y Rosa, su novia. Paco no paraba de hacer viajes mesa-cocina-cocina-mesa. Y tras cada plato vacío hacia aparecer otro repleto, como por arte de magia. Sara y yo no sabíamos si íbamos a reventar o ya directamente daríamos la bienvenida al nuevo año con doce almejas, prescindiendo de las uvas. Por suerte los racimos aparecieron y finalmente tras cada campanada intenté empujar un nuevo grano en mi boca. Llegó el 2006 y Portugalete estalló con el ruido de los petardos, de los fuegos artificiales, de las bengalas. Y dimos la bienvenida con cava del bueno, con el catalán. “Ni boicot ni ostias que somos vascos coño”, frase de Cristina al estrenar el año dejando el reiterado Estatut para otro día, hoy no toca!
Y tras el cava, y los postres, y los turrones, y el pastel... salimos a la calle. Sabía que mi digestión iba a ser de 10 horas como mínimo así que un poco de movimiento al cuerpo no nos fué nada mal. Caminamos unos 5 metros y fuimos al primer garito de la noche. Cuando el sol se esconde, en Portugalete los zuritos, el txacolí y los tintos ya son historia. A cierta hora de la noche ya se pasa directamente a los cubatas y para los que venimos de Barcelona los cubatas vizcaínos nos parecen vasijas interminables. Pero ahí estábamos, al pie del cañón, para no defraudar.

13 enero 2006

Sin respuesta

Siempre, siempre nos pilla por sorpresa. Mira que lo sabemos desde que tenemos uso de razón! Así pues no podemos argumentar que no hemos tenido tiempo para recapacitarlo, para meditarlo, para aceptarlo.
Ayer la muerte me volvió a pillar por sorpresa. Y lo hizo con el dolor que me relató una muy buena amiga y mejor persona. Hace unas semanas también la muerte de un ser querido me pillo a mi por sorpresa y tampoco estuve preparada. Me pregunto si algún día llegaremos a estar preparados para asumir algo tan injusto como el adiós infinito. Será nuestra obsesión en seguir aferrados a esta vida lo que nos impide dejar marchar a alguien con total libertad. Pero cuando la muerte te vuelve a pillar de cerca lo primero que pasa por tu cabeza es la vida y el cómo la vives. Me gustaría vivir para que la muerte no volviera a abofetearme la mejilla cada vez que se presenta. Y para conseguirlo estoy segura que el camino es intentar mantener siempre una cerilla encendida y resguardarla de la lluvia, y del viento, y de la tormenta. No es tarea fácil. Cómo tampoco lo es aceptar que por muchas cartas que escribas a la muerte nunca habrá respuesta. Por mayor que sea el deseo de los que se fueron de robar un lápiz y escribir cuatro líneas. Aunque fuera a escondidas.

T’estimo Sara!

09 enero 2006

Palabras

Esta es una reflexión que me inspiró un proyecto precioso de la ONG Arquitectura Sin Fronteras. El proyecto se llama La Arquitectura de las palabras y es una reflexión sobre el poder que tienen las palabras. Un poder que podemos usar para bien o para mal, tú eliges.


Palabras

Dicen que hubo un tiempo en el que existió una lengua única, una lengua común a toda la humanidad. La soberbia mató esa lengua y la Torre de Babel se derrumbó con el castigo de Dios a fragmentar ese idioma condenándonos para siempre a no entendernos.
Para mi, ese mismo día nació también la diversidad y las diferentes lenguas que han existido y existen en el planeta. Algunas ya han muerto y con ellas la manera de interpretar el mundo de un pueblo. El lenguaje, las palabras, son nuestra forma de entender el mundo. Por eso, cuando una lengua muere, se entierra también su cultura.
Así, obsesionados en conseguir hablar todos algún día el mismo idioma, dejaremos atrás infinidad de palabras y formas de ver el mundo. Un mundo que tiene caras diferentes a las que nosotros conocemos. Seguramente seamos nosotros mismos, los ciudadanos del Norte, los que andemos equivocados. Sin embargo, seguimos obstinados en que la nuestra es la única verdad. Incluso seguimos pensando que podemos volver a levantar esa Torre de Babel sin aceptar que quedó sepultada hace muchos, muchos años.

05 enero 2006

Zorionak

31 de diciembre. 5:30 de la mañana. Salimos con Sara de casa con un taxista que nos da la bienvenida con una música mejor para dormir que para despertar el día. Quizá es el final de su turno, su última carrera y necesita relajarse.
De camino al aeropuerto del Prat conozco el nuevo Hotel Hesperia Tower una especie de nave espacial, de huevo frito aplastado a lo alto de un edificio industrial que más que un hotel parece una central nuclear, de cinco estrellas, eso sí. Más tarde descubriré que voy a recordar todos los hoteles que hay en Bilbao, Portugalete y Donosti... porqué estos son puntos de referencia para Sara y Cristina. Desconexión laboral, por favor!! ;)

6:00 de la mañana. Llegada al aeropuerto. Por un momento y detrás de las legañas que todavía nos invaden los ojos dudamos si estamos en Barcelona o en los Emiratos Árabes. No sé que pasa en el aeropuerto hoy pero es como un tapiz de todos los colores, una pasarela entre oriente y occidente por la que pasamos para intentar recoger nuestra tarjeta de embarque destino a Bilbao.
Bocata y café con leche para corroborar que nuestro cuerpo está en pie, dispuesto a seguir en marcha todo el día, toda la noche, más tarde descubriríamos que toda la madrugada y parte de la mañana.
Ante la puerta de embarque las primeras carcajadas del día. Seguramente el azafato de Vueling todavía está más dormido que nosotras, pero lo que nos queda claro es que su inglés de Opening se quedó en el primer nivel. Tras llamar a varios pasajeros por su número de asiento pregunta si hay algún niño en la sala, con un any “chals” que nos desata una sonora carcajada a duo. Sara y yo nos miramos y dudamos entre si se reclama a alguien con el nombre de Chaplin o... tan sólo habrá añadido una “s” a child, olvidando que está maldita palabra en inglés tiene una excepción para pluralizarse. Total que la tontería nos sirve de cachondeo toda la mañana e incluso para desviarnos, casi, hacia la puerta que embarca a Bruselas. Nuestro destino sigue siendo Bilbao y allí llegamos.

La ciudad nos recibe con el cosquilleo de su txirimiri y con sonrisas verdes en las montañas. Cristina también nos abre sus brazos y nos transporta al primer pincho del día en el Batzoki de Santurze. Más tarde, en Portugalete, los padres de Cristina nos abren su casa y ya nos tienen preparada la cama, la sopa de pescado, los chipirones en su tinta, el bacalao a la vizcaína y la calefacción encendida. Sólo les faltan las nécoras que irán a buscar en coche. Suerte que cuando han llegado yo estaba de siesta porqué ver como sufrían me hubiera ahorrado el atracón de marisco en la cena. Cristina me tiene como activista de Greenpeace o algo así, pero soy incapaz de ver sufrir a un ser vivo sabiendo el final que le espera. Ellas me imaginan encerrada en la cocina en barricada para salvar a esos seres indefensos que serán deborados horas más tardes. Confieso que sentí pena por ellas (las nécoras, no mis amigas)... pero estaban de vicio! ;)

Después de un largo reposo de neuronas y celulas nos volvemos a poner en marcha y salimos de vinos antes de comer. Hemos quedado con la cuadrilla de Cristina y ahí vamos. De momento Sara y yo ignoramos el ritmo etílico que siguen los chicarrones/as del norte pero vamos a intentar no defraudarles. Después de cuatro txacolis nos damos cuenta que somos catalanas y que nuestro lenguaje va tirando más a rumanés que a la lengua del imperio así que decidimos ir a casa a llenar el estómago con algo consistente.
Ante los litros de alcohol y toda la comida que nos ha entrado por la boca somos conscientes que vamos a reventar, pero la comida celestial de Angelines era indespreciable. Decidimos dar una tregua a nuestros cuerpos y siesteamos un rato más.
La cena y la nochevieja merecen un capítulo a parte así que hasta entonces, felices sueños.

Continuará...