05 septiembre 2006

Little Ashok


En agosto tuve la oportunidad de viajar a la India. Con este viaje confirmo que los sueños sí pueden hacerse realidad, sólo cabe poner el empeño suficiente para conseguirlos. Y en mi aventura por estas tierras de oriente conocí a gente extraordinaria. Una de las que más me llamó la atención fue el pequeño Ashok un niño de siete años cuyos ojos hablan y cuya alma también. Ashok nos regaló momentos preciosos durante esos 17 días que compartimos con él. Sobretodo nos enseñó a valorar las pequeñas cosas, también las sonrisas. No sé que futuro le espera a mi pequeño amigo hindú. Deduzco que su vida no será tan fácil como la de muchos niños que viven parapateados en occidente y eso me jode. Me jode porqué Ashok es un niño que rebosa inteligencia por cada poro de su piel pero no tengo muy claro si podrá agarrarse a la oportunidad que necesita para poder estudiar, por ejemplo, y luchar algún día por los derechos de la gente de su país.
Ashok logró que mi emoción llegara a flor de piel en varias ocasiones y todavía al mirar sus fotos recuerdo esos momentos. Como el primer día que compartí con él unos minutos. Estábamos en la estancia de la cocina y nos enseñaba sus libretas y sus libros. El escribía con un bolígrafo medio roto. Le pedí que me dejara su libreta para escribirle mi nombre y cuando estaba a punto de cogerle el boli que él utilizaba me frenó la mano y sacó de su cartera otro bolígrafo, nuevo de trinca, para ofrecérmelo a mi. Ese gesto me dio otra lección de humanidad y logró que mi garganta se volviera de piedra.
No he olvidado tampoco como nos agarraba a todos el día de nuestra despedida. Nos abrazaba fuerte, como si cuanta más fuerza utilizara más nos demostrara su cariño.
Espero que Ashok pueda alcanzar algún día esa oportunidad que se merece. Sea como sea lo que el pequeño me enseñó es que las mías, de oportunidades, tienen ahora mucho más valor que antes de pisar la India. Porqué este país te enseña muchas cosas, sobretodo a vivir y a sentir la vida de otro modo, con más calma.

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