09 enero 2006

Palabras

Esta es una reflexión que me inspiró un proyecto precioso de la ONG Arquitectura Sin Fronteras. El proyecto se llama La Arquitectura de las palabras y es una reflexión sobre el poder que tienen las palabras. Un poder que podemos usar para bien o para mal, tú eliges.


Palabras

Dicen que hubo un tiempo en el que existió una lengua única, una lengua común a toda la humanidad. La soberbia mató esa lengua y la Torre de Babel se derrumbó con el castigo de Dios a fragmentar ese idioma condenándonos para siempre a no entendernos.
Para mi, ese mismo día nació también la diversidad y las diferentes lenguas que han existido y existen en el planeta. Algunas ya han muerto y con ellas la manera de interpretar el mundo de un pueblo. El lenguaje, las palabras, son nuestra forma de entender el mundo. Por eso, cuando una lengua muere, se entierra también su cultura.
Así, obsesionados en conseguir hablar todos algún día el mismo idioma, dejaremos atrás infinidad de palabras y formas de ver el mundo. Un mundo que tiene caras diferentes a las que nosotros conocemos. Seguramente seamos nosotros mismos, los ciudadanos del Norte, los que andemos equivocados. Sin embargo, seguimos obstinados en que la nuestra es la única verdad. Incluso seguimos pensando que podemos volver a levantar esa Torre de Babel sin aceptar que quedó sepultada hace muchos, muchos años.

1 comentario:

cafoscarina dijo...

Que dulce y suave, que bien escribes. Que bien transmites. Que hermoso ser diferentes y saberlo; que triste el desconocimiento y la incultura que lleva al desprecio y la homogenización; pero ahí estamos nosotras !!!
BESOOOOOOOOOOSSS