
Calma, paz, tranquilidad, quietud, brisa, amor, sonrisa, vida... Tantas palabras me sugiere esta fotografía y tantas reflexiones. Esta mañana Mónica me ha enviado esta imagen como decía ella “para empezar bien el día”. Y la verdad es que teniendo a esta niña en la cabeza no se puede ni empezar ni acabar mal la jornada. Pero me pregunto porqué habiendo todos nacido con este estado de calma, paz, tranquilidad, quietud, brisa, amor, sonrisa y vida, nos volvemos tan imbéciles cuando somos adultos.
¿Por qué negamos a ese niñ@ que llevamos dentro? Si hace años fuimos puros y nos tronchábamos de risa con lo que nos apetecía y llorábamos con lo que nos entristecía, porqué no seguimos haciéndolo de la misma forma? ¿Por qué el mundo se vuelve tan absurdo cuando creemos socializarnos? A veces me pregunto si la esencia no está en esa persona que fuimos en nuestra infancia y que de algún modo u otro seguimos siendo. Seguro que si el mundo fuera gobernado por los niños y las niñas todo iría de otra manera. Todo seria más dulce, más cómodo, más libre, más sincero, más inocente, más transparente, más divertido, más fácil...
Espero que algún día todos y todas volvamos a descubrir a ese niñ@ que fuimos, porqué en él y ella está nuestro verdadero ser y nuestra esencia. Esa es una de las pocas cosas de esta vida de la que sí estoy realmente convencida.